Nicolás Falcón Mennuti reseña en Contrapunto, Revista de Crítica Literaria y Cultural de la Universidad de Alcalá, el libro Charnegos, máscaras y amores imposibles. Juan Marsé a través del caleidoscopio, de la profesora de la Universitat de les Illes Balears Ángela Martínez Fernández (Valencia, 1992). A través de un recorrido por los márgenes barceloneses se revelan múltiples facetas de la obra de Juan Marsé y su figura. Arrancando con «Un paseo por el Carmelo», se sientan las bases para entender a Marsé y leerlo más allá de su condición de autor. A continuación, en «Los escritores y las escritoras imposibles», Martínez plantea una lectura desde la autoría obrera, que muestra a Marsé como una figura conocida, pero no reconocida, alejándose del relato canónico. Sigue «Lo social hecho cosas», donde se reconstruye la historia obrera del escritor, evidenciando el silencio que su origen sufrió en un mundo cultural dominado por la mirada burguesa. «Lo social hecho cuerpo», por su parte, ofrece una lectura cartográfica de la obra de Marsé, donde resuenan la juventud, la periferia, la memoria subalterna y los aventis. El capítulo final del libro, «Notas para conclusiones que nunca escribiré», invita al análisis y convierte la crítica literaria en un acto colectivo de memoria y lucha. Cinco capítulos, como cinco giros de un caleidoscopio.
«Marsé no es, evidentemente, el único obrero que escribe, pero si que es de los pocos que alcanza un lugar audible, uno que el establishment literario puede escuchar», escribe Ángela Martínez, señalando una paradoja esencial: que Juan Marsé haya sido escuchado no implica que se haya reconocido su voz como escritor obrero. Nunca fue el escritor obrero ideal, quizá ni aspiró a serlo, pero el propósito del libro de Martínez es precisamente leer a Marsé desde la clase, no solo como autor consagrado, sino como escritor obrero. Una nueva forma de leer autorías y literaturas consolidadas; literatura atravesada por la clase en este caso y donde el dolor, la vergüenza y la rabia no se expresan en abstracciones, lo hacen en una memoria concreta: marginal, subalterna y resistente. Ángela Martínez nos guía con mano firme en el universo paralelo de Juan Marsé, girando el caleidoscopio y permitiendo que sus prismas nos devuelvan múltiples reflejos de este gran escritor.