Fundado en el año 1024 por una mujer junto al río Narcea, en Asturias, el monasterio de San Salvador de Cornellana cumple este año su milenario y, desde sus modestos orígenes hasta su consolidación como un importante centro religioso y cultural, ha sido un testigo silencioso de la historia medieval durante más de 500 años.
En su primera etapa, el monasterio de Cornellana contó con el patrocinio de reyes y aristócratas y este apoyo fue crucial para su desarrollo y consolidación como un monasterio benedictino masculino. La vinculación con la realeza y la nobleza no solo proporcionó recursos económicos, sino que también otorgó prestigio y reconocimiento al monasterio.
Uno de los aspectos más destacados de la historia del monasterio es su relación con la importante orden monástica de Cluny, en Borgoña, vinculación que le permitió establecer conexiones con el resto de Europa y trajo consigo intercambios culturales y religiosos que enriquecieron la vida monástica de Cornellana.
El monasterio de Cornellana no solo fue un centro religioso, sino también un importante propietario y señor en la región centro-occidental de Asturias que, al poseer extensas propiedades, ejercía su influencia sobre las comunidades circundantes. Este protagonismo en la vida económica y social de la región es un testimonio del poder y la relevancia que alcanzó el monasterio durante la Edad Media.
El conjunto arquitectónico del monasterio es un magnífico ejemplo del arte románico. La factura de este conjunto y el rico trasfondo cultural de las inscripciones en piedra que lo adornan son un reflejo de su relevancia como centro de conocimiento y creación durante la Edad Media.
La separación de la congregación de Cluny marcó el inicio de la última fase de la historia medieval de Cornellana. Durante este período, el monasterio estuvo marcado por el protagonismo violento de la aristocracia local. Los conflictos y las luchas de poder fueron una constante en esta etapa, lo que refleja las tensiones y las dinámicas sociales de la época.
En 1536, el monasterio se integró en la congregación de San Benito de Valladolid. Este hecho supuso un cambio significativo en la trayectoria del monasterio, ya que pasó a formar parte de una red más amplia de monasterios benedictinos en España. Esta integración trajo consigo nuevas influencias y desafíos, pero también aseguró la continuidad y la supervivencia del monasterio en los siglos posteriores.
El monasterio de San Salvador de Cornellana es un testimonio vivo de más de 500 años de historia medieval asturiana y europea que nos permite comprender mejor la complejidad y la riqueza de la sociedad medieval. El estudio de su historia a través de sus documentos y vestigios, constituye una ventana al pasado que nos conecta con las vidas y las experiencias de aquellos que habitaron y dieron forma a este monasterio a lo largo de los siglos. Todo ello lo aborda el profesor de la Universidad de Oviedo Miguel Calleja Puerta en obra El monasterio de San Salvador de Cornellana en la Edad Media (1024–1536), publicado en nuestra colección Estudios Históricos La Olmeda con el apoyo de la Fundación Sabadell y la Fundación Valdés-Salas.