El aforista Juan Varo Zafra reseña el libro «Tercer milenio» para la revista de crítica literaria Estado Crítico

Ediciones Trea -978-84-10263-88-8 - Tercer Milenio - Álvaro Salvador

Juan Varo Zafra rese­ña para la revis­ta Esta­do Crí­ti­co el nue­vo libro de afo­ris­mos de Álva­ro Sal­va­dor, Ter­cer mile­nio. El afo­ris­mo es un géne­ro deter­mi­na­do por la bre­ve­dad y por su carác­ter enun­cia­ti­vo, que ade­más debe sor­pren­der. Bre­ve, pero con la nece­si­dad de com­ple­ti­tud; con carác­ter enun­cia­ti­vo, pero sin prue­bas ni ejem­plos; y que sor­pren­de en lo que dice y en cómo lo dice. Y el nue­vo libro de Álva­ro Sal­va­dor cum­ple con estas tres reglas, resul­tan­do un exce­len­te ejem­plo de lo que debe ser un libro de aforismos.

Como sus libros ante­rio­res, Des­pués de la poe­sía (El Gavie­ro, 2007) y La vida no te espe­ra (Rena­ci­mien­to, 2014), Ter­cer mile­nio (Trea, 2025) tie­ne un tono con­ver­sa­cio­nal (de hecho el pró­lo­go de Eri­ka Mar­tí­nez comien­za salu­dan­do Álva­ro Sal­va­dor como maes­tro del tono, tan­to en la poe­sía como en el afo­ris­mo), que empa­ren­ta al autor con maes­tros de la con­ver­sa­ción iró­ni­ca y pun­tia­gu­da como La Roche­fou­cauld, como pue­de ver­se en estos ejem­plos: “A cier­ta edad uno no tie­ne con­fian­za en lo que escri­be, pero tam­po­co en lo que lee”; “No te fíes de quien va pei­na­do con la mis­ma raya que le pei­na­ba su madre”; “No lo dude, usted tie­ne algo que se lla­ma intermitente”.

Los pri­me­ros libros de afo­ris­mos eran reco­pi­la­cio­nes de citas de otros auto­res, como ocu­rre en el pri­mer libro de afo­ris­mos en len­gua espa­ño­la en sen­ti­do estric­to, Táci­to espa­ñol ilus­tra­do con afo­ris­mos, escri­to por Bal­ta­sar Ála­mos de Barrien­tos en 1614, y el uso de citas que hace Álva­ro Sal­va­dor nos devuel­ve a los orí­ge­nes del géne­ro, pero con una vuel­ta de tuer­ca. Con la fór­mu­la oído en Sal­va­dor intro­du­ce citas de pelí­cu­las y series de tele­vi­sión, como en “Oído a Samuel L. Jack­son en Gol­pe en Hawai: «Dios es ami­go ima­gi­na­rio de la gen­te adul­ta»”; otras veces pre­sen­ta la cita para indi­car su pro­ce­den­cia a con­ti­nua­ción: «Soy un acci­den­te a pun­to de ocu­rrir». Michael Dou­glas en El méto­do Nemonsky. Este recur­so reve­la la cine­fa­gia del autor, así como un gus­to pos­mo­derno, refle­ja­do en la ape­la­ción a diver­sas fuen­tes de la cul­tu­ra popu­lar, pro­du­cien­do lo que James G. Ballard deno­mi­na una “nove­la con­den­sa­da”, como en “Escri­to en un papel encon­tra­do en un bol­si­llo: «Un extra­ño se embos­ca en el espe­jo. San­gre de tu san­gre»”, don­de el manus­cri­to, el tema del doble y la san­gre son ele­men­tos recu­rren­tes de la nove­la de mis­te­rio. Dife­ren­te pro­ce­di­mien­to es la glo­sa y Ter­cer mile­nio glo­sa a Pio Baro­ja, Miguel D’Ors y Dylan Tho­mas, como, por ejem­plo, en: “Glo­san­do a Dylan Tho­mas: ando solo entre una mul­ti­tud de desamores”.

Sal­va­dor tam­bién nos rega­la una serie de afo­ris­mos más mun­da­nos, que se pre­sen­tan en cier­to modo como con­clu­sio­nes de varia­das expe­rien­cias vita­les, como, por ejem­plo, la vejez (“Hay algo peor que ser vie­jo poe­ta cas­ca­rra­bias: ser vie­jo poe­ta paté­ti­co que se empe­ña en pare­cer joven poe­ta”), o la melan­co­lía (“Hojear pren­sa atra­sa­da es des­alen­ta­dor: todo el mun­do des­apa­re­ce antes de haber muerto”).

Divi­di­do en tres sec­cio­nes nume­ra­das sin títu­lo, el libro se aden­tra en todos los órde­nes de la vida, como la ideo­lo­gía, el amor, la muer­te, la reli­gión o la polí­ti­ca; tam­bién en la vida cul­tu­ral, la expe­rien­cia como poe­ta y la poe­sía como pan­ta­lla ideo­ló­gi­ca, para con­cluir, en su par­te final, con tex­tos más per­so­na­les y meditativos.

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