Francisco Abad Alegría nació en Pamplona en 1950 y residió en Zaragoza desde 1985. Especialista en neurología, neurofisiología y psiquiatría, se doctoró en medicina por la Universidad de Navarra en 1976 y fue jefe de servicio de Neurofisiología del Hospital Clínico de Zaragoza desde 1977 hasta su jubilación en 2015, y profesor asociado de Psicología y Medicina del Sueño en la Facultad de Medicina de Zaragoza desde 1977 a 2013, así como profesor colaborador del Instituto de Teología de Zaragoza entre los años 1996 y 2015. Esta fue su trayectoria profesional, avalada por una decena de monografías y dos centenares de artículos científicos, pero ha de contar también su vertiente literaria, manifiesta en la publicación de relatos, y sobretodo su apasionado a la par que riguroso y meticuloso trabajo sobre la alimentación y la gastronomía en España: Cocinar en Navarra (con R. Ruiz, 1986), Cocinando a lo silvestre (1988), Nuestras verduras (con R. Ruiz, 1990), Microondas y cocina tradicional (1994), Tradiciones en el fogón (1999), Cus-cus, recetas e historias del alcuzcuz magrebí-andalusí (2000), Migas. Un clásico popular de remoto origen árabe (2005), Embutidos y curados del Valle del Ebro (2005), La cocina cristiana de España de la A a la Z (2014), Cocina tradicional para jóvenes (2017).
Pimientos, guindillas y pimentón. Una sinfonía en rojo (2008) fue el primer título suyo publicado en Trea, al que siguieron Líneas maestras de la gastronomía y culinaria españolas del siglo XX (2009), Nuevas líneas maestras de la gastronomía y culinaria españolas del siglo XX (2011), En busca de lo auténtico. Raíces de nuestra cocina tradicional (2017) y Menús del siglo XX en España (2022), además de sus numerosas colaboraciones gastronómicas y literarias publicadas en El Cuaderno, entre las que destaca su estudio sobre Los libros básicos de la cocina española contemporánea.
Paco falleció el pasado 3 de febrero. Desde el 2008 mantuvimos una continuada y afectuosa relación de trabajo y amistad a pesar de las enormes y respetuosas distancias que también manteníamos en otros ámbitos. Su inteligencia, su humor y su ironía, su honestidad e integridad, la tenacidad y el rigor de su trabajo hicieron posible la enorme obra que nos legó, un referente indiscutible en los estudios sobre la gastronomía española.