El Museo de Bellas Artes de València, enclavado en el antiguo colegio-convento de San Pío V, es un edificio que ha recorrido un largo camino hasta llegar a la situación que actualmente presenta. Partiendo de la fundación inicial a fines del siglo XVII por el arzobispo Rocabertí como colegio-convento se transita por un complicado proceso truncado por innumerables dificultades. Desde los titubeos en las trazas iniciales, la interrupción de la construcción a causa de la guerra de Sucesión, la problemática financiación a la muerte del fundador, los cambios en el proyecto de la iglesia o la lenta terminación del proyecto definitivo hasta las destrucciones causadas por la guerra de la Independencia, el proceso desamortizador y la pérdida de su función original. Desde 1842 funcionó como Hospital Militar hasta que a partir de 1941 volvería a cambiar de uso para convertirse en la sede del Museo de Bellas Artes con las adaptaciones y obras requeridas. Una larga historia arquitectónica que transcurre entre 1686 y la actualidad, pero cuyo análisis se ha interrumpido en torno a los años 1960, cuando se suceden transformaciones contemporáneas del Museo que son bien conocidas. Para poder comprender el estado actual, apreciar su arquitectura y su larga historia constructiva es inminente la publicación del estudio de la catedrática de Historia del Arte de la Universidad de València Mercedes Gómez-Ferrer Lozano Historia arquitectónica del colegio de san Pío V de València, que ha tratado de documentar sus etapas más importantes, a partir de un exhaustivo análisis de fuentes gráficas y documentales.