Eduardo Moga y Agustín Calvo Galán, autores de La vuelta al mundo en 80 museos (Ediciones Trea, 2025), se sienten atraídos por los museos. Lejos del respeto reverencial que provocan en algunas personas o de la completa indiferencia en otras, los autores ven los museos como lugares de placer. Y no solo por su reputación, valor simbólico o peso cultural, sino, sobre todo, por sus características físicas. Los describen como islas de paz en medio del caos urbano por las que caminar y charlar sosegadamente, con constantes estímulos visuales, bares tranquilos, jardines coquetos y librerías interesantes. Refugios que sorprendentemente dejan espacio para la aventura, circos de muchísimas pistas que huelen bien. Todos estos placeres que procuran, o pueden procurar, hacen que los visiten antes que otros sitios, recogiendo además sus impresiones. Y son precisamente las impresiones, las crónicas, recogidas durante los últimos siete años las que encontramos en las páginas de este libro. Crónicas que responden al mero gusto del viajero y el azar y que hacen que la aproximación a los museos de Moga y Calvo Galán sea caprichosa. Así, el libro no incluye muchos de los principales museos del mundo, y sí, en cambio, otros pequeños y desconocidos. Lugares menos célebres, sí, pero con frecuencia depositarios de tesoros no menos asombrosos que los albergados por los grandes y con características que los hacen más amables, desde colas inexistentes hasta taquillas vacías. Los grandes museos, además, tienen según los autores muchos medios para darse a conocer y muchos escritores que los defiendan. Es por ello que nos proponen una vuelta al mundo por ochenta museos de cuatro continentes, todos menos Oceanía, «pero todo se andará», con especial atención a los españoles y británicos. Ochenta museos en los que Eduardo Moga y Agustín Calvo Galán han hecho amigos, conocido amantes y vivido momentos risibles o trágicos; ochenta museos donde su erudición o ignorancia se ha demostrado y donde se han carcajeado de los demás y de ellos mismos. Un número pequeño si lo comparamos con los miles de museos existentes en el mundo, pero no por ello menos significativo y, lo que es más importante, ochenta museos que han dado sentido sus viajes y que ya forman parte de su educación y su recuerdo.
La vuelta al mundo en 80 museos

















