Los nobi­lia­rios son uno de los tipos de archi­vos más com­ple­jos por su con­di­ción de ori­gen pri­va­do, su con­te­ni­do, anti­güe­dad y su con­di­ción de cus­to­dios de los docu­men­tos de los seño­ríos y de otros de carác­ter públi­co, lo que les ha hecho ser inclui­dos en la cate­go­ría de patri­mo­nio docu­men­tal espa­ñol, y son, por tan­to, obje­to de espe­cial pro­tec­ción. En la actua­li­dad estos archi­vos pue­den encon­trar­se en manos pri­va­das o cus­to­dia­dos en diver­sas ins­ti­tu­cio­nes de carác­ter tan­to pri­va­do como público.
Este tra­ba­jo pre­ten­de abor­dar todas las fases del tra­ta­mien­to archi­vís­ti­co de los mis­mos, des­de el ingre­so —para aque­llos casos en que estos fon­dos pue­dan pasar a ser cus­to­dia­dos en cen­tros públi­cos—, su con­ser­va­ción, des­crip­ción y difu­sión. Sin embar­go, se ha hecho un espe­cial hin­ca­pié en los aspec­tos más com­ple­jos, como son la iden­ti­fi­ca­ción de los archi­vos de los lina­jes, títu­los, seño­ríos u otras ins­ti­tu­cio­nes pri­va­das que los con­for­man; así como de la tam­bién com­ple­ja iden­ti­fi­ca­ción de sus suce­si­vos y diver­sos pro­duc­to­res (fami­lias e ins­ti­tu­cio­nes), o la cla­si­fi­ca­ción por fun­cio­nes y acti­vi­da­des de ori­gen pri­va­do. No pode­mos olvi­dar los pro­ble­mas deri­va­dos del acce­so en el siem­pre difí­cil equi­li­brio entre la sal­va­guar­da del honor y la inti­mi­dad de las per­so­nas y el dere­cho de acce­so a los docu­men­tos. Final­men­te, se ha inclui­do un capi­tu­lo dedi­ca­do a la valo­ra­ción y tasa­ción de estos fondos.
Este tex­to va des­ti­na­do a dos gru­pos muy dife­ren­tes. Por una par­te, a los pro­fe­sio­na­les de los archi­vos de ins­ti­tu­cio­nes tan­to públi­cas como pri­va­das que ten­gan que hacer fren­te a la ges­tión de estos fon­dos docu­men­ta­les, para orien­tar­les en su ges­tión dia­ria, ade­más de a estu­dian­tes de archi­vís­ti­ca, opo­si­to­res o intere­sa­dos en estos temas.
Final­men­te, va espe­cial­men­te diri­gi­do a los pro­pie­ta­rios de estos archi­vos tan excep­cio­na­les, con el fin de que, cono­cien­do su com­ple­ji­dad, sean cons­cien­tes de las impli­ca­cio­nes de su ges­tión y de la impor­tan­cia de la con­ser­va­ción y pre­ser­va­ción del lega­do familiar.