Ediciones Trea - 978-84-9704-086-0 - Cosas de familia - Juan Ignacio Noriega Iglesias
Colección:
Formato: 17 x 24 cm.
Páginas: 318
Año: 2003
ISBN: 978–84-9704–086‑0

Cosas de Familia

La memoria recuperada de un linaje: los Noriega

20,00

En la tar­de del vier­nes 10 abril de 1722 una veci­na de Vega­rre­don­da, en Lla­gu, Parres, lla­ma­da Jus­ta María de Pedro, ago­ni­za. Hace lla­mar al escri­bano y a otros veci­nos. Jus­ta desea entre­gar a Joseph Gómez, el escri­bano, un cua­der­ni­llo manus­cri­to en el que cons­tan sus últi­mas volun­ta­des. Debe dine­ro y las cosas no deben que­dar sin arre­glar. Entre los tes­ti­gos se encuen­tra Gas­par de Norie­ga Soto, de 37 años, vecino de la mori­bun­da, que no sabe que en ape­nas dos años sufri­rá un impor­tan­te cam­bio en su vida.

De este modo nos sumer­ge esta obra en la his­to­ria de lo coti­diano en Astu­rias, Madrid, Extre­ma­du­ra y Cata­lu­ña, una obra en la que el segui­mien­to de doce gene­ra­cio­nes es un pre­tex­to para narrar usos y cos­tum­bres, ale­grías y tris­te­zas, amo­res y odios, pér­di­das y ganan­cias y, en defi­ni­ti­va, todo lo humano que los vie­jos docu­men­tos de los siglos XVII, XVIII y XIX han que­ri­do mos­trar. Un iti­ne­ra­rio por el tiem­po y el espa­cio en el que hay per­so­na­jes gri­ses de sere­na des­apa­ri­ción y per­so­na­jes bri­llan­tes de trá­gi­co final, per­so­na­jes que for­man par­te de la Jun­ta Gene­ral del Prin­ci­pa­do y viven los tur­bu­len­tos suce­sos de 1808 en Ovie­do, que son víc­ti­mas de su afran­ce­sa­mien­to y de sus estre­chas rela­cio­nes con Godoy y los reyes Car­los IV y María Lui­sa y pagan por ello con su vida, per­so­na­jes que se rela­cio­nan con Goya y Jove­lla­nos, que optan por el ban­do libe­ral o que esco­gen el idea­rio abso­lu­tis­ta, que admi­nis­tran jus­ti­cia o desem­pe­ñan alcal­días, que luchan por las comu­ni­ca­cio­nes de Astu­rias con Cas­ti­lla o que explo­tan minas de cobre para expor­tar a Gran Bre­ta­ña, per­so­na­jes que poseen moli­nos y acu­mu­lan pre­dios o que, por sus incon­ve­nien­tes afi­cio­nes, dila­pi­dan todo lo here­da­do. Per­so­na­jes que un día tam­bién for­man par­te de esa san­gría lla­ma­da emi­gra­ción, se van a hacer las Amé­ri­cas y hoy día son tes­ti­mo­nio de esta saga des­de Méxi­co o Brasil.

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