El patri­mo­nio biblio­grá­fi­co con­tie­ne la memo­ria de nues­tra his­to­ria. Libros, dia­rios y otros docu­men­tos sin­gu­la­res que con­for­man colec­cio­nes biblio­grá­fi­cas úni­cas, cus­to­dia­das en biblio­te­cas de ins­ti­tu­cio­nes públi­cas y pri­va­das. Sin embar­go, con­si­de­ra­mos que este lega­do es aún poco cono­ci­do por el públi­co en gene­ral. Posi­ble­men­te por­que su con­di­ción de «patri­mo­nial» es rela­ti­va­men­te nue­va, pues data de fina­les del siglo pasado.
De teso­ros a bie­nes patri­mo­nia­les: la difu­sión del patri­mo­nio biblio­grá­fi­co abor­da la difu­sión del patri­mo­nio biblio­grá­fi­co, enten­di­da como una acción demo­cra­ti­za­do­ra de la cul­tu­ra capaz de acer­car estos fon­dos cul­tu­ra­les a la mayo­ría de las per­so­nas y hacer­los acce­si­bles y dis­fru­ta­bles para todos.
Des­de la ópti­ca biblio­te­ca­ria, la difu­sión del patri­mo­nio biblio­grá­fi­co gene­ra dudas y muchas pre­gun­tas: ¿La difu­sión del patri­mo­nio biblio­grá­fi­co es una tarea fácil? ¿Qué fina­li­dad tie­ne esta difu­sión? ¿Cuá­les son sus medios e ins­tru­men­tos? ¿La difu­sión y la pre­ser­va­ción están reñi­das? Inter­net y las redes socia­les ofre­cen muchas opor­tu­ni­da­des para la difu­sión, pero ¿es visi­ble el patri­mo­nio en línea? ¿Es acce­si­ble? ¿En las redes socia­les es sufi­cien­te con «estar ahí»? ¿Qué es el patri­mo­nio 2.0?
Más allá de con­cep­tos teó­ri­cos y aca­de­mi­cis­tas, este libro tra­ta de res­pon­der a todas estas cues­tio­nes des­de la refle­xión y la expo­si­ción de bue­nas prác­ti­cas pro­fe­sio­na­les. Su prin­ci­pal obje­ti­vo es, por tan­to, con­tri­buir al des­cu­bri­mien­to de cla­ves y estra­te­gias que pue­dan hacer más demo­crá­ti­cos los bie­nes de nues­tras bibliotecas.