Ediciones Trea - 978-84-9704-474-5 - El especulador - Eli Tolaretxipi
Colección:
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Formato: 12 x 16.7 cm.
Páginas: 80
Año: 2009
ISBN: 978–84-9704–474‑5

El especulador

12,00

Aun­que pue­da dife­ren­ciar­se el pen­sar espe­cu­la­dor de la refle­xión, ambos inten­tan repro­du­cir ideas y al hacer­lo cal­cu­lan: «La pala­bra es inco­rre­gi­ble», dice quien escri­be. Por ejem­plo, la mano «que se dobló cuan­do el derrum­be» se escon­de den­tro de las cos­ti­llas del caba­llo (ani­mal de repu­tación fiel), para encon­trar una sali­da de emer­gen­cia entre quie­nes cons­tru­yen o estu­dian deba­jo de la tie­rra y quie­nes inten­tan con­ser­var las for­mas en la super­fi­cie. Con un tono sobrio, cru­za­do por deta­lles que insis­ten sobre el pre­cio de las cosas y las accio­nes, uti­li­zan­do las comi­llas no solo para seña­lar otra voz, sino para mar­car que el modo en que se dice algo modi­fi­ca su valor, este libro narra una caí­da. Los pen­sa­mien­tos abs­trac­tos encuen­tran su con­cre­ción cine­ma­to­grá­fi­ca y la repe­ti­ción de algu­nas pala­bras (esca­ma, cris­tal, taza) abre sen­ti­dos que fun­cio­nan al modo de refe­ren­cias den­tro del tex­to. Espe­cu­lar quie­re decir muchas cosas, entre ellas regis­trar, mirar con aten­ción algo para reco­no­cer­lo y exa­mi­nar­lo. Tola­retxi­pi espe­cu­la cuan­do tra­za un modo de ser ambi­guo, recor­ta­do en for­ma difu­sa por imá­ge­nes del mun­do que lo rodea. Per­der­se en suti­le­zas o hipó­te­sis sin base real tam­bién es espe­cu­lar, como hacen las som­bras que reco­rren los poe­mas. Hay un lugar den­tro y otro fue­ra vin­cu­la­dos por una dia­léc­ti­ca extra­ña, una esca­le­ra que enfer­ma y al aba­rro­tar­se expul­sa: escri­be. Esta acción une la his­to­ria de una caí­da con la his­to­ria de quien cae en la cuen­ta y acce­de a otra zona de con­cien­cia, núcleo de la cau­ti­van­te lec­tu­ra de El espe­cu­la­dor (Veró­ni­ca Vio­la Fisher).

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