Con la osa­día lite­ra­ria y la acti­tud pro­vo­ca­ti­va que carac­te­ri­za a su obra narra­ti­va (Pro­yec­to Venus letal, 1989; Dona y Deva, 1995; Kurt, 1998; La mos­ca, 2000; Una sema­na muy negra, 2003; El tran­vía, 2006; La moral del come­dor de pipas, 2019), en Ella, Pedro de Sil­va (Gijón, 1945) arries­ga en un for­ma­to de fic­ción lo que en el fon­do podría ser —y es— un ensa­yo en torno a la revo­lu­ción del 68, una iró­ni­ca inda­ga­ción sobre su natu­ra­le­za, sus cau­sas y sus con­se­cuen­cias, un deba­te —sinuo­so y a veces deli­ran­te, siem­pre ameno y sor­pren­den­te— en el seno de una suer­te de con­gre­ga­ción de pecu­lia­res per­so­na­jes y sin­gu­la­res pers­pec­ti­vas que con­vo­can tan­to a los inte­gran­tes de la gene­ra­ción beat como a los de la gene­ra­ción per­di­da, al femi­nis­mo, a los géne­ros, a la sexua­li­dad, a la polí­ti­ca y a la reli­gión, al fon­do mis­mo de nues­tra contemporaneidad.