Las for­mas de vida y los modos resi­den­cia­les en las casas de la capi­tal madri­le­ña por par­te del gru­po socio-pro­fe­sio­nal de los ser­vi­do­res de la monar­quía espa­ño­la cen­tran este libro. A tra­vés de una mira­da social y cul­tu­ral, aten­ta a las per­ma­nen­cias y a los cam­bios que lle­va implí­ci­tos el paso del tiem­po, se ofre­ce res­pues­ta a las zonas de con­cen­tra­ción habi­ta­cio­nal de este hete­ro­gé­neo con­jun­to, en el que se inser­ta­ban des­de altos car­gos pala­ti­nos, a bajos ofi­cia­les y ser­vi­dum­bre manual tan­to en Pala­cio como en las ins­ti­tu­cio­nes de la monar­quía. La villa y cor­te se cons­tru­ye en gran medi­da a par­tir de los dife­ren­tes mode­los arqui­tec­tó­ni­cos que cubrían la nece­si­dad de vivien­da de estos suje­tos y de sus fami­lias, que se mez­cla­ban y rela­cio­na­ban con el res­to de la pobla­ción median­te lazos de vecin­dad, inqui­li­na­to e inclu­so coha­bi­ta­ción. Tam­bién se recons­tru­ye su face­ta como pro­pie­ta­rios y ren­tis­tas, inser­tos en el efer­ves­cen­te mer­ca­do inmo­bi­lia­rio madri­le­ño de fina­les del sete­cien­tos. En últi­mo lugar, el refle­jo mate­rial sir­ve para abor­dar las prác­ti­cas lle­va­das a cabo den­tro de las casas; la uti­li­za­ción de deter­mi­na­dos obje­tos y su pre­sen­cia en cier­tas estan­cias mues­tra for­mas de vida, que mar­can ten­den­cias y patro­nes y que nos per­mi­ten cono­cer cómo habi­ta­ban los ser­vi­do­res de la monar­quía en el Madrid del siglo XVIII.