Ediciones Trea - 978-4-9704-620-6 - La arqueologia reconstructiva y el factor didactico - Joan Santacana Mestre - Clara Masriera Esquerra
Formato: 16 x 22 cm.
Páginas: 176
Año: 2012
ISBN: 978–84-9704–620‑6

La arqueología reconstructiva y el factor didáctico

20,00

En Euro­pa y en Esta­dos Uni­dos hay una pro­li­fe­ra­ción de yaci­mien­tos arqueo­ló­gi­cos que se pre­sen­tan al públi­co total o par­cial­men­te recons­trui­dos. Esta prác­ti­ca, nor­mal en muchos paí­ses, es dura­men­te dis­cu­ti­da en otros. Esta con­fron­ta­ción a favor o en con­tra de las recons­truc­cio­nes arqueo­ló­gi­cas es lo que jus­ti­fi­ca que se ini­cie un deba­te sobre qué yaci­mien­tos se pue­den recons­truir, en qué con­di­cio­nes y con qué cri­te­rios sería desea­ble inter­ve­nir con el fin de garan­ti­zar, por un lado, la con­ser­va­ción de los yaci­mien­tos, pre­ser­van­do su auten­ti­ci­dad, y, por otro, esti­mu­lar la inves­ti­ga­ción cien­tí­fi­ca de carác­ter expe­ri­men­tal, así como el rigor en su pre­sen­ta­ción didác­ti­ca y que cum­plan con la obli­ga­ción de todo equi­pa­mien­to de este tipo, que no es otra que gene­rar conocimiento.

El nece­sa­rio deba­te sobre qué hacer en el futu­ro lle­va a los auto­res de este ensa­yo a dis­cu­tir, sobre todo, la vali­dez de las recons­truc­cio­nes in situ. De los mode­los de inter­pre­ta­ción del patri­mo­nio arqueo­ló­gi­co exis­ten­tes, es decir, el mode­lo de los yaci­mien­tos fosi­li­za­dos, el de los yaci­mien­tos obje­to de tras­la­dos, el de répli­cas de yaci­mien­tos y el de recons­truc­cio­nes in situ, este últi­mo es el que requie­re hoy un deba­te impor­tan­te, ya que las fosi­li­za­cio­nes de yaci­mien­tos son incues­tio­na­ble­men­te opcio­nes legí­ti­mas, que nadie dis­cu­te; asi­mis­mo, las opcio­nes basa­das en la cons­truc­ción de répli­cas del yaci­mien­to arqueo­ló­gi­co no afec­tan a la con­ser­va­ción de los res­tos ori­gi­na­les y su pro­ble­ma solo es de rigor; sobre los tras­la­dos de monu­men­tos y de res­tos arqueo­ló­gi­cos hay un acuer­do gene­ral y com­par­ti­do de que no son reco­men­da­bles sino de for­ma excep­cio­nal; por tan­to, las inter­ven­cio­nes in situ son las que hay que situar hoy, como hace dos siglos, en el cen­tro del debate.

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