Los museos pedagógicos y la proyección cívica del patrimonio educativo

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Median­te una apro­xi­ma­ción a la docu­men­ta­ción museo­ló­gi­ca, así como a las pro­duc­cio­nes rea­li­za­das por los museos peda­gó­gi­cos sin­gu­la­res del pasa­do y de la actua­li­dad, en esta obra se esta­ble­ce una pano­rá­mi­ca que per­mi­te ana­li­zar las ten­den­cias que han carac­te­ri­za­do los museos peda­gó­gi­cos. Con la edu­ca­ción y la peda­go­gía como obje­to museal, son museos que, sin lugar a dudas, repre­sen­tan hoy una reali­dad emer­gen­te que pre­ci­sa ser con­cep­tua­li­za­da para pro­mo­ver su con­so­li­da­ción en el espa­cio museís­ti­co. No en vano, la espe­ci­fi­ci­dad de su ori­gen y pro­yec­ción ha con­di­cio­na­do unas for­mas de ser y hacer pro­pias que deman­dan plan­tear­se qué ten­den­cias en la tipo­lo­gía, titu­la­ri­dad, finan­cia­ción, direc­ción, edi­fi­cios, pro­yec­tos museo­ló­gi­cos, colec­cio­nes y museo­gra­fía han sido carac­te­rís­ti­cas de estos museos. Unos museos que, pudién­do­se carac­te­ri­zar como museos etno­grá­fi­cos, pre­sen­tan unas dimen­sio­nes específicas.

Como se obser­va a par­tir de los datos dia­cró­ni­cos, los museos peda­gó­gi­cos han expe­ri­men­ta­do una evo­lu­ción con­di­cio­na­da por su dimen­sión polí­ti­ca, por los modos de pen­sar la edu­ca­ción y por las ines­ta­bi­li­da­des eco­nó­mi­cas pro­pias del siglo XX. Con unos ante­ce­den­tes que remon­tan a 1850, los museos peda­gó­gi­cos eran ini­cial­men­te expo­si­cio­nes del «nue­vos saber» y se cons­ti­tu­ye­ron como artí­fi­ces de la cons­truc­ción de una nue­va épo­ca peda­gó­gi­ca y social. Dimen­sión que con­ti­nuó sien­do cla­ve en los museos pro­yec­ta­dos duran­te el perio­do de efer­ves­cen­cia que pue­de ubi­car­se entre 1878 y 1931. Des­pués de una épo­ca carac­te­ri­za­da por el cie­rre y aban­dono de las ante­rio­res pro­pues­tas museís­ti­cas, es a par­tir de 1986 cuan­do asis­ti­mos a la revi­ta­li­za­ción de los museos peda­gó­gi­cos, carac­te­ri­za­dos, en este momen­to, por ser garan­tes de la memo­ria edu­ca­ti­va y peda­gó­gi­ca. Una memo­ria que, duran­te los últi­mos años, se ha imbui­do de las pro­pues­tas polí­ti­cas de reno­va­ción social de la socie­dad, dan­do un mayor empu­je a los dis­cur­sos que dan voz a los suje­tos de las prác­ti­cas edu­ca­ti­vas así como a los pro­ce­sos edu­ca­ti­vos experimentados.

Diá­lo­go entre pasa­do y pers­pec­ti­vas de actua­li­dad se pre­sen­tan en esta obra como un encla­ve nece­sa­rio para repen­sar las nue­vas for­mas museo­grá­fi­cas de hoy en este ámbi­to de la museística.

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