Ediciones Trea 978-84-9704-824-8 - Sancho IV de Castilla - Jose Manuel Nieto Soria
Formato: 15 x 21 cm.
Páginas: 240
Año: 2014
ISBN: 978–84-9704–824‑8

Sancho IV de Castilla (1284–1295)

24,00

San­cho IV de Cas­ti­lla (Sevi­lla, 1258-Tole­do, 1295), hijo de Alfon­so X el Sabio, le suce­dió en el trono en 1284. Antes se enfren­ta­ría a su padre en una gue­rra civil de dos años moti­va­da por la rei­vin­di­ca­ción de sus dere­chos suce­so­rios fren­te a los de su sobrino Alfon­so de la Cer­da, hijo de su her­mano mayor, Fer­nan­do, muer­to en la fron­te­ra en 1275. Se ini­cia­ría así un rei­na­do en el que abun­da­rían las ten­sio­nes polí­ti­cas que lle­va­rían a oca­sio­na­les enfren­ta­mien­tos entre el rey y des­ta­ca­dos miem­bros de la noble­za, alguno de los cua­les mori­ría a manos del pro­pio monar­ca, lo que le gran­jea­ría el títu­lo de el Bra­vo. Muy acti­vo en la lucha en la fron­te­ra gra­na­di­na, empren­de­ría dis­tin­tas cam­pa­ñas, con par­ti­ci­pa­ción de la flo­ta cas­te­lla­na, sien­do su resul­ta­do más señe­ro la con­quis­ta de Tari­fa, de cuya defen­sa sería acon­te­ci­mien­to des­ta­ca­do el pro­ta­go­ni­za­do por Guz­mán el Bueno. Mien­tras tan­to, man­ten­dría una acti­va polí­ti­ca de pac­tos y nego­cia­cio­nes con otros monar­cas penin­su­la­res y euro­peos. Aun­que, a veces, se ha ten­di­do a esta­ble­cer un con­tras­te entre la rique­za cul­tu­ral de la cor­te alfon­si­na y el decai­mien­to en esta mate­ria de la cor­te de San­cho IV, los estu­dio­sos vie­nen ponien­do de relie­ve lo injus­to de tal visión, cons­ta­tán­do­se una acti­vi­dad artís­ti­ca y lite­ra­ria rele­van­te pro­mo­vi­da por este monar­ca. Bien al con­tra­rio, se vie­ne com­pro­ban­do cómo fue en la cor­te de San­cho IV don­de se com­ple­ta­ron ini­cia­ti­vas cul­tu­ra­les comen­za­das en el rei­na­do ante­rior y que en modo alguno se vie­ron inte­rrum­pi­das. Casa­do, aun­que sin con­tar para ello con la nece­sa­ria dis­pen­sa papal, con su tía María de Moli­na (h. 1264–1321), esta osten­ta­rá influen­cia polí­ti­ca sig­ni­fi­ca­ti­va duran­te el rei­na­do, con­vir­tién­do­se en un per­so­na­je his­tó­ri­co de gran talla tras la pre­ma­tu­ra muer­te de su mari­do en 1295, e influ­yen­do deci­si­va­men­te en la evo­lu­ción cas­te­lla­na duran­te las casi tres déca­das siguientes.

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