Bajo la dirección científica de la catedrática de la Universidad de Granada María Elena Díez Jorge, el volumen Sentir la casa. Emociones y cultura material en los siglos XV y XVI —recién publicado en la colección Estudios Históricos La Olmeda— reúne en medio millar de páginas ilustradas quince estudios distribuidos el seis bloques elocuentes por su propio enunciado: «Historia de las emociones y cultura material», «Palabras y espacios que evocan emociones», «Sentir y vivir el hogar», «Hábitos domésticos y prácticas emocionales», «Aprecio y gratitud», y «Morir en la casa: tristeza, miedo y afecto».
En el contexto historiográfico español es prácticamente inexistente la exploración en conjunto sobre la vivienda de esa época —los siglos XV y XVI — desde el plano de la historia de las emociones. Supone todo un reto reconstruir la historia a partir de los objetos y devolverle a esa materialidad el valor emocional que una vez tuvo. Hay objetos que de repente nos evocan algo, nos producen una determinada emoción: el regalo de un ser querido, el primer juguete, el reloj heredado del abuelo, un anillo de pedida… La casa, como espacio físico, también acumula emociones. Todo ello no resta al conocimiento de los objetos muebles y de la arquitectura, sino que suma nuevas preguntas y reflexiones.