Zonas íntimas y la cama

En un artícu­lo publi­ca­do recien­te­men­te en El Cua­derno —y anti­ci­pan­do el tra­sun­to de su pró­xi­ma mono­gra­fía, en coau­to­ría con la pro­fe­so­ra de la Uni­ver­si­tat de Llei­da Nay­ra Llonch Moli­na—, Joan San­ta­ca­na seña­la que «la cama, entre noso­tros, repre­sen­ta el espa­cio inte­rior ínti­mo, abso­lu­ta­men­te pri­va­do. En camas sole­mos nacer, en ellas reto­za­mos abri­ga­dos de las mira­das aje­nas, en la cama mori­mos la mayo­ría de los huma­nos, tam­bién al abri­go de los demás y, en fin, en la cama, ade­más de dor­mir, prac­ti­ca­mos los actos sexua­les, que por algu­na razón lla­ma­mos “rela­cio­nes ínti­mas”. Por todo ello la cama es mucho más que un mue­ble; se tra­ta de un espa­cio que no com­par­ti­mos con cual­quie­ra y al que damos un cier­to valor sim­bó­li­co». Bajo el títu­lo Entre sába­nas. Matri­mo­nio, sexo y pla­cer en la his­to­ria, será publi­ca­do por Trea en el últi­mo tri­mes­tre de este año.

Com­par­tir
Noticias relaccionadas